viernes, 2 de junio de 2017

Cuenta regresiva. Se acerca la final de la UEFA Champions League 2016-17.

Revuelo. Tensión. Rostros mirando el reloj. Así es la pasión del fútbol. Pero no es cualquier partido. Ni una simple pelota. Es la batalla definitiva de clubes en Europa y uno de los balones más codiciados por aficionados y coleccionistas del mundo.

La final de la UEFA Champions League.

Un año transcurrió desde el último campeón y curiosamente, protagonista de nuevo. El Real Madrid. Español. Merengue les suelen denominar, por el blanco impecable de su uniforme. Tan brillante como sus resultados y trayectoria. Recién bañado de honor con su Liga número 33.

A la duódecima, se lee por doquier, como un mantra, alrededor del mundo, en la voz y escritura de millones de sus seguidores, religiosamente ansiosos, optimistas. Sin ponerse de acuerdo, logran un objetivo en común, alentar a su equipo. Un ritual que dura, incluso, hasta después de mañana. No importa el tiempo, ni la distancia. Conjuran mezcla de emociones que colectivamente explotan en un "Hala Madrid" (Adelante Madrid).


Imagen: Televisa Deportes

Por el otro lado, el Juventus. Campeón de la liga italiana 2016-2017. Con la inspiración desempacada de sus maletas, que no sólo contienen ropa, sino un sueño por cumplir. Ganarle al favorito. Al repleto de triunfos. A uno de los conjuntos con mayor cantidad de seguidores en el planeta. A demostrar con hambre de gloria, que ellos tienen lo suyo. Una increíble fanaticada que también anhela levantar simbólicamente la copa con ellos. De recibirlos victoriosos y efusivos. Se llevaron la Coppa Italia. Se quedaron con el Scudetto. ¿Por qué no alcanzar el trofeo mañana?

 Imagen: es.uefa



Cardiff, de la exportación de carbón a la historia de su arquitectura y la población de inmensas cantidades de ovejas, éste pequeño y peculiar lugar, será el escenario de un gigantesco evento.


Cardiff

Algunos fieles a sus principios deportivos, se trasladaron hasta allá. Ellos quieren ser parte de la gesta. Entonar el himno de la Champions, con la mano en el corazón, sentir escalofríos al escucharlo, cual símbolos patrios o sentimiento por la familia. Ahorros, presupuestos no contemplados, pero necesidad de presenciarlo. Sacrificio que vale la pena, porque tiene su recompensa. El de la felicidad. El de la satisfacción de respirar 90 minutos de oro, con posibilidad de segundos valiosos extras. El de reafirmarle fidelidad a su escuadra, al deporte rey.

¿Quién será el ganador? ¿Se reconfirmará la casta de los ídolos? ¿Surgirá un nuevo personaje que se robe la atención del público y expertos? ¿Harán los latinos de ésta jornada, un recuerdo inolvidable, con mayor de su representación en la historia de finales UEFA Champions League?  ¿Superarán marcas personales o de plantel? ¿Será el reconocimiento al trabajo colectivo? ¿A 11 jugadores? ¿A 22 atletas en el campo? ¿A una asistencia admirable en tribunas? ¿A lo poco o a lo mucho? ¿A quién concederá su fortaleza, el Castillo de Cardiff, atractivo principal de la Capital de Gales?




 Imagen: es.uefa

El pasado aporta, pero el sábado, se escribirá un nuevo guión, como si fuera la primera vez. El mejor encuentro. El más importante de sus vidas. Así debe ser.

Cuenta regresiva...


Carmen Helena Aguilar Lugo